El CESC trabaja para crear conocimiento científico sobre el delito, aportar a la capacitación de profesionales que trabajen en el ámbito de la prevención y del control, y contribuir a un debate que considere todas las variables en juego y sobre todo los valores democráticos a preservar en la ejecución de las políticas públicas.

El rol de un centro de estudios como el CESC es especialmente relevante en nuestro país, donde el debate público sobre los niveles de criminalidad adquiere en ocasiones un tinte inmediatista que confunde la eficiencia con la dictación de normas rigurosas, o que espera resultados inmediatos del accionar del sistema de justicia criminal. La realidad es bastante más compleja.

Nuestra labor es contribuir a enriquecer un debate pluralista, serio e informado. Porque en una democracia el público debe estar consciente de las alternativas que existen y de las dificultades que se enfrentan para prestarles su apoyo, o para reclamar cambios cuando los cursos de acción no parecen conducir a resultados promisorios. En ese contexto el CESC busca ser una instancia de análisis y un espacio diálogo sobre las muy diversas opciones que existen para enfrentar las causas y consecuencias del delito.